UN CONDENADO A MUERTE
QUE VIVE PARA DIOS
La enfermedad de un familiar cercano suele llevarnos a buscar más oración . Así sucedió en el verano de 2001 , cuando Miguel, un pariente mío, comenzó a experimentar una depresión grave . Llamé al Diácono Alfredo O`brien , director del ministerio de prisiones en la diócesis de Beaumont en Texas , y le pregunté si conocía a algún preso que pudiera orar por Miguel . Desde que me nombraron directora de Compañeros en la Evangelización , me ha parecido que la experiencia y la sabiduría del Diácono Al son sumamente valiosas, al punto de que lo llamo “mi padrino.”
“Claro que conozco uno”, me dijo el Diácono. “Es uno de los condenados a muerte ”. Así fue como comencé a intercambiar correspondencia con Rocky. Durante los tres años siguientes me di cuenta de que Rocky siempre terminaba sus cartas diciendo “Te veré cuando te vea.” No me parecía que alguna vez fuéramos a conocernos personalmente, pero al poco tiempo descubrí que tenia 32,000 millas acumuladas como viajera frecuente en la línea aérea . ¿Cómo podía usarlas? “Anda a visitar a Rocky” , me pareció oír que me decía el Espíritu Santo .
Un hermano en el Señor. Pasó un tiempo antes de que pudieran añadir mi nombre a la lista de visitantes que tenía Rocky, ya que esto puede hacerse sólo cada seis meses , pero finalmente fijamos reunión para el 10 de mayo . Debido a que yo viajaba desde una distancia de más de 300 millas , recibí permiso del jefe de gendarmería para una visita de cuatro horas .
Rocky venía muy sonriente cuando entró al cubículo 30 , escoltado por dos gendarmes. Después de cerrada la puerta con llave, pasó las manos por un agujero en la puerta para que le quitaran las esposas y los grillos de los pies . Luego levantó el teléfono para conversar a través del cristal de seguridad .
Ambos sabíamos que llevábamos una vida muy diferente, Rocky es hispano, con escuela sólo hasta el séptimo grado, su padre falleció cuando el tenía 9 años y tuvo que empezar a recoger algodón para sostener a su familia . Yo soy inglesa, ex-maestra y directora de escuela .
Pero cuando empezamos a conversar pronto nos dimos cuenta de que teníamos mucho en común , especialmente el amor a nuestras respectivas familias y nuestra relación personal con Cristo Jesús.
“Cualquier deseo de orar que yo tenga viene de Dios” me dijo sin demora y lo repitió más de una vez. “Cualquier deseo que yo tenga de servir a Dios aquí en esta prisión viene de Dios y le doy gracias muchas veces por todas las bendiciones que me ha dado.”
La batalla por la mente. Rocky pasa en su celda 23 horas y media al día. La otra media ora se alterna entre hacer ejercicios y darse una ducha. El tiempo de ejercicio es cuando Rocky busca oportunidades para compartir el amor de Dios con los demás presos . “A veces llego a hablar de Dios mismo, pero no siempre. Toda vez que puedo digo que hay que tomar buenas decisiones “, comenta.
Nuevamente reafirma que todos sus deseos de hacer esto vienen de Dios .
Rocky anhela que todos sus familiares lleguen a tener una relación personal con Jesucristo, nuestro Señor y busca oportunidades para compartir con ellos el amor de Dios .
Con una sonrisa me contó : “La semana pasada saqué una hoja del libro Una Vida con Propósito y se la envié por correo a mi hijo menor porque pensé que le serviría .” luego añadió, “también me aprendí de memoria el Salmo 139, para que fuera un desafío para mi y para mi sobrina ... Sé que ella se beneficiaría de leer la Escritura”
Rocky está muy consiente de la batalla por la mente . “Es fácil distraerse de las cosas de Dios” comentó . Tiene una pequeña radio y no escucha otra cosa que estaciones cristianas y las noticias . “¡Ya me libré del deseo de pasarme todo el tiempo escuchando música mexicana! ” También tengo que cuidarme de no pasar mucho tiempo jugando ajedrez con el de la otra celda “—los dos tienen un tablero y se dicen los movimientos que hacen hablando a través de los agujeros que hay en las puertas -- “si no , me pongo perezoso y no hago más que descansar en la cama . Así que me he preparado un calendario .”
Orar con el corazón . Rocky ha dividido sus 23 horas y media de tiempo disponible en periodos de oración , el primero de los cuales comienza a las 5 de la mañana . A las horas que ha fijado, se concentra en la presencia del Señor, intercede por las necesidades de su familia, por sus amigos y por quienes le hayan pedido oración, el primero de los cuales empieza a las cinco de la mañana.
Amigo, para llegar a conocer a Dios , tienes que aceptar a Jesucristo en tu corazón y serás salvo.
Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Juan 14:6
QUE DIOS LE BENDIGA¡¡¡¡¡¡
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